El principal productor de harina de la Argentina, Molino Cañuelas, se presentó en concurso preventivo de acreedores por su deuda de U$$ 1.300 millones y con el objetivo de preservar las 3.000 fuentes de trabajo que tiene la compañía.
“Pese a los esfuerzos realizados en estos últimos años de negociaciones, y no obstante al consenso alcanzado con una relevante cantidad de las instituciones financieras involucradas, incluida la banca nacional y organismos multilaterales, las acciones judiciales promovidas por una minoría de entidades financieras forzaron a la empresa a solicitar, conjuntamente con la firma Compañía Argentina de Granos (Cagsa), la apertura de su Concurso Preventivo de Acreedores”, indicó Molino Cañuelas en un comunicado.
Allí remarcó que “con esta medida busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la empresa y los intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales”.
La compañía remarcó que “en la última década llevó adelante un importante plan de inversiones, el cual, en gran parte, se cancelaba con un mecanismo de capitalización de la empresa en los mercados bursátiles local y del exterior mediante una Oferta Pública de Acciones”.
Sin embargo, indicó que “la alta volatilidad que se registraba en ese momento en las principales bolsas del mundo y la performance económica negativa de la Argentina, redundaron en una falta de interés de los mercados que obligó a la compañía a desistir del proceso”.
“Esto, sumado a las sucesivas crisis económicas vividas por nuestro país, donde sólo durante el 2018 el peso se desplomó más del 50% contra el dólar, obligaron a la empresa a postergar el pago de ciertos compromisos e iniciar un proceso privado de reperfilamiento del total de su deuda financiera”, señaló Molino Cañuelas.
Explicó que “con ese objeto se conformó un comité integrado por los principales acreedores financieros de ambas compañías, con el que en marzo de 2019 había alcanzado un principio de acuerdo”.
Sin embargo, remarcó que “la nueva turbulencia financiera registrada en el país en agosto de ese año, y la abrupta devaluación de la moneda local, sumado a la crisis mundial por Covid-19 en 2020 y las dificultades propias que esto generó en la Argentina provocaron un nuevo e inevitable cambio de escenario para todos los participantes de la restructuración”.
Además, indicó que esto “hizo que algunos bancos decidieran suspender su participación en dicho comité, alejando la posibilidad de obtener un acuerdo definitivo”.
De todos modos, la empresa destacó que “se continuó trabajando durante todo 2020 y parte de este año, en pos de lograr ese acuerdo consensuado, que, lamentablemente quedó frustrado por el efecto de medidas judiciales individuales”.
“Por tal motivo y con el fin de asegurar la continuidad de sus actividades productivas propias de una industria esencial, proteger a sus más de 3.000 trabajadores, sus activos y los intereses de los propios acreedores, Molino Cañuelas, en conjunto con Cagsa, debió presentarse en concurso preventivo de acreedores”, argumentó la empresa, que subrayó que “en todo este proceso, la compañía logró sostenerse a partir de su propio capital de trabajo y del aporte de los accionistas”.
Asimismo, aseguró que la empresa “se encuentra operando con normalidad en todas sus plantas y continuará haciéndolo durante este proceso, incluso siguiendo con su plan de lanzamientos de nuevos productos, al mismo tiempo que sigue siendo optimista y espera llegar a una negociación definitiva en el corto plazo”.
Molino Cañuelas opera 15 plantas industriales en seis provincias, y durante los últimos dos años logró lanzar unos 150 nuevos productos al mercado.
Es el principal productor de harina de la Argentina y otros bienes de primera necesidad y líder en exportación de harina de Latinoamérica, comercializando sus productos a más de 60 países en todo el mundo.
¿Qué significa concurso de acreedores?
Un concurso preventivo es un procedimiento que permite a aquellas empresas que se encuentran en dificultades económicas (deudas, situación de insolvencia) que le impiden la continuidad de sus negocios regularmente, acceder a una instancia previa antes del dictado de la quiebra.