Lomas de Zamora, Rául Campos- (AUNO).– “Kirchner no fue un revolucionario, pero sí el presidente que más se atrevió a proponer un verdadero Nunca Más a las dictaduras militares y sus crímenes; y eliminar las vergonzosas leyes de Obediencia Debida y Punto Final”, destaca Bayer en la biografía.
“Reconstruir la vida de una personalidad pública multifacética, quizá sea más preciso describirla como renacentista, que ha atravesado dos siglos, entusiasma y ahoga; aturde y arrolla; y desborda y atrapa”, asegura Ferrari en la Introducción. (11)
Escribe después que “(…) Lo fascinante y atormentador de recorrer las nueve décadas de trayectoria de un referente en el periodismo, la investigación histórica y el compromiso con los derechos humanos es que una mirada invisible monitorea cada instancia de la reconstrucción, los avances y los retrocesos, las dudas y las certezas, las revelaciones y las neblinas”. (11-12)
En la monumental obra, se halla el Bayer periodista, novelista, el defensor de los derechos humanos, su juventud, sus opciones políticas, sus rechazos, sus críticas a los gobiernos surgidos a partir de 1983, el escritor de guiones, el crítico de cine.
Explica por qué el primer peronismo (1946-1955) no le resultaba simpático y fundamentó su acercamiento y elogios a los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015).
La biografía destaca lo esencial en Bayer: su enfrentamiento sin concesiones a la oligarquía y el roquismo, aunque ambos conceptos son lo mismo.
El autor de Los anarquistas expropiadores (1975) profundiza allí su credo político: “Espíritu de rebelión y búsqueda que será el antecedente para los que retomen la lucha por una república más justa, que no se conforma con su subdesarrollo y su mero rol de pagadora de una deuda que aumenta todos los días”. (13)
Ejemplo para periodistas
Bayer es periodista en un sentido profundo. El libro de Ferrari empieza con una anécdota del biografiado que penetra y enseña a quienes se propusieren ser periodistas: “Una vez, hace unos cinco años, di una charla en Gualeguay y un periodista de Concepción del Uruguay me invita a ir a esa ciudad. Le contesto: ‘Ahora no puedo ir, pero iré porque en esa ciudad yo fui concebido’. Y no va este buen señor y lo publica en su diario, con el siguiente título a dos columnas: ‘Bayer fue concebido en Concepción del Uruguay’. Y me envía el diario a mi dirección postal, que era el domicilio de mi madre”.(17)
Recuerda: “Un domingo la voy a visitar, y mi madre con sus 93 años me mira severamente, me muestra el diario y el título y me dice secamente: ‘Esas cosas no se dicen’. El pecado original”. (17)
Es una anécdota que funciona como metáfora de la actitud de un periodista y que debería animar a quienes quisieren serlo. El centro de esa breve historia es Bayer y lo es también el periodista atento.
Ferrari dice que “es posible que esa anécdota, contada por Bayer en 1998, sea un ejercicio literario embellecido por la narración oral, en el que la realidad y la ficción se abrazan, costumbre predilecta de escritores y periodista de todos los tiempos. Son, diría el hijo reprendido, ‘fantasías de la realidad’”. (18)
El Continente peronista
Escribe que los primeros Bayer llegaron a la Argentina en 1891, procedentes de Schwaz, en el Tirol austríaco, pero no llegaron como Bayer sino como Payr. A los 18 años, el padre de Osvaldo, cansado de que se confundieran al escribir y/o pronunciar el apellido, tomó una decisión drástica: “Me llamo Bayer, igual que las aspirinas”. En sí el cambio no era significativo. Payr, en dialecto tirolés, significa bávaro, es decir natural de Baviera, en alemán, Bayern. (20)
Los padres del escritor vivían en Humboldt (Santa Fe), fue concebido en aquella ciudad entrerriana y nació el 18 de febrero de 1927 en la capital santafesina, “un viernes en que la alegría del carnaval recorría las calles abrasadas por el verano”, escribe Ferrari. (18)
La biografía contiene destalles del nacimiento, mudanzas, primeros trabajos, el aprendizaje de la escritura a máquina, su adolescencia, la religiosidad, el individualismo anarquista, su afición por el tango, la literatura, la música, el cine y el fútbol, la decisión de estudiar periodismo en el Grafotécnico, el primer beso a la joven Marlies, la colimba y su labor en un barco de la Flota Mercante creada por Perón.
El libro da la sensación de que no deja nada afuera del recorrido del biografiado y revela aspectos desconocidos o marginados. Cronista en Hamburgo, destaca el trabajo en la revista argentina Continente creada por Perón: “Continente fue para Bayer una plataforma de lanzamiento para dar a conocer su trabajo en el periodismo masivo de la Argentina”. (79)
“(…) Entre 1953 y 1955, el mensuario, fundado en 1947 y apoyado desde el gobierno peronista, para competir a nivel sudamericano con Selecciones del Reader’s Digest, publicó una decena de notas firmadas como Oswald Bayer, enfocadas casi exclusivamente en la realidad alemana (…)”. (79)
Se lee también la relación que hace Bayer entre Rosa Luxemburgo y Evita, su trabajo en Noticias Gráficas durante la proscripción del peronismo, cuenta el nacimiento de la resistencia peronista, su trabajo como cronista de gremiales, la decepción con Frondizi, su paso por Clarín, la cárcel, la militancia sindical y su trabajo en la revista Imagen, en los 60, en el contexto de cambios en el periodismo.
Angustia y Edad Media
Después de haber pasado su niñez en San Miguel de Tucumán y Bernal, vive en el barrio porteño de Belgrano. Pasaron varias décadas. Cuenta sobre los exilios, las persecuciones, la cárcel que sufrió, los destierros, las opresiones de las dictaduras, las bombas de radicales contra concentraciones peronistas, los fusilamientos de 1956 y las investigaciones de los crímenes de peones en la Patagonia.
La biografía da cuenta también de los rechazos de Bayer a las leyes de la impunidad “Punto final” y de “Obediencia debida” escritos “desde las páginas del periódicos de las Madres, las revistas El Porteño, Crisis y Fin de Siglo, y después en Página 12 (…)”. (378). También contra los indultos de Carlos Menem de 1989 y 1990.
En noviembre de 2001, Bayer retornó a esa localidad del conurbano, pero ya no era el mismo. La crisis del modelo neoliberal se avecinaba: “Viajo por tren el domingo pasado, de Constitución a Quilmes. Todo sucio, todo roto, todo triste. La angustia. Recuerdo mi infancia cuando viajábamos de Bernal a la Capital. Todo verde, todo limpio, la gente vestida de domingo, las estaciones blanqueadas. Setenta años después voy hacia el fin. Todo es mamarracho”. (20)
Los últimos textos del libro están reservados para la llegada de Macri a la Rosada. Bayer asegura: “No es una vuelta a los 90, es el regreso a la década del treinta. Nos esperan tiempos difíciles, muy difíciles. El triunfo de Macri es la peor derrota que sufrí en mi vida. Ellos hicieron buenos negocios con la dictadura (…). Es un hombre nulo políticamente”. (480)
“La llegada de Macri es como volver a la Edad Media”, señala Bayer. (481) Dice también de Macri: “No saber que hubo 30 mil desaparecidos, es de una ignorancia que no se puede perdonar, no se puede disculpar. Los 30 mil desaparecidos va a ser siempre la vergüenza más grande la historia argentina”. (480)
Advierte que “si Macri sigue gobernando nada más que para Barrio Norte, no va a durar mucho. No sé en qué vamos a terminar con esta presidencia”. (480)
La obra está ilustrada con poco más de treinta ilustraciones entre fotografías y portadas de periódicos. Bayer niño, con su madre y padre y hermanos; otra a los 18 años; la tapa de Prensa Obrera; y La Chispa; en una reunión del Sindicato de Prensa, cuando era su secretario general; y la de un pergamino firmado por Bayer y otros presos del penal de Riobamba para Norberto Vilar, detenido también ahí, el 26 de abril de 1963.
Ilustra el libro también fotos en la redacción de Clarín, en la que aparece Oscar Camilión, secretario general de redacción de ese diario; la portada de la revista Todo es Historia (febrero de 1969): “Di Giovanni, el idealista de la violencia”, es el título de la nota principal; y Bayer escribiendo a máquina en su casa de Martínez, 28 de marzo de 1972.
Contenidas entre las páginas 240 y 241, hay también una del afiche de la película Patagonia rebelde, presidida por el texto: “¡La historia que nunca le quisieron contar!”. Allí figuran sus protagonistas: Brandoni, Luppi, Pepe Soriano, Alterio, Osvaldo Terranova, entre otros. La obra está basa sobre el libro de Bayer Los vengadores de la Patagonia trágica. Los detalles están contenidos en Crónica de una filmación I. (269)
Otras. Bayer con Soriano, en París; en la tumba del anarquista alemán Erich Mühsam, enterrado en el Waldfriedhof, Dahlem, Berlín; y con los candidatos de la lista Naranja de Prensa para las elecciones de la UTPBA, en la que se postuló a secretario general, entre otras más recientes, con su esposa; y con Hebe de Bonafini.
Entre las últimas se destaca en la que aparece con Cristina Fernández durante la campaña electoral de las elecciones legislativas de 2017. Es fruto de su acercamiento a los gobiernos peronistas de Néstor Kirchner y los de la esposa.
Ocurre que Kirchner invitó a Bayer el 11 de junio de 2004 a la Casa Rosada para celebrar los 30 años del estreno de La Patagonia rebelde. “Un acto de coraje civil frente a tanta ignominia del pasado (…) Voy a recordar para siempre aquel día de junio de 2004”, destaca el biografiado. (435)
“El presidente Kirchner nos dio un abrazo a todos los ‘culpables’ de aquel film y nos contó que él siempre había sentido como un deber reivindicar a quienes se habían atrevido a denunciar en la pantalla aquel crimen atroz cometido contra los pobres peones rurales de la Patagonia, que habían pedido sólo un poco más de dignidad y que por eso habían sido muertos por los máuseres del 10 de Caballería”, cuenta Bayer. (436)
Fecundo en investigación, Ferrari escribió un libro que seguramente será punto de referencia insoslayable para quienes proyectaren conocer más la vida y la obra de quien se autodefine como “socialista libertario”.
Libro y autor
Germán Ferrari, Osvaldo Bayer. El rebelde esperanzado, Buenos Aires, Sudamericana, 2018. El autor es licenciado en periodismo por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Escribió además Rabindranath Tagore. Soñador de esperanzas (2001); La comunicación. Principio, fin y dilema de los medios masivos (2002); Raúl González Tuñón, periodista (2006); Símbolos y fantasmas (2009); El Ave Fénix. El renacimiento del sindicalismo peronista entre la Libertadora y las 62 Organizaciones (1955-1958) (2010), en coautoría con Santiago Senén González.