En los últimos meses se redujo el consumo de carne, leche, medicamentos y los servicios básicos según revela un informe de la Universidad de Avellaneda (UNDAV)
1. Se consume menos carne que hace 50 años
El consumo interno transita un contexto critico en Argentina: según reveló el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
En 2018 el consumo de carne vacuna cerró con una merma en el consumo promedio por habitante del 1,9%, la cual se potenció en el cierre de año, con diciembre cayendo al 13% por habitante.
2. También se toma menos leche
Entre los productos que redujeron su nivel de ventas en 2018 se encuentra la leche fluida:
El año pasado, la reducción fue de 1,5%. En enero de 2019 esos valores aumentaron al 5,8% de retracción interanual. En este sentido, las ventas en este rubro ya acumulan una merma de 14,2% en 3 años.
3. Se usa menos, luz, gas, agua y transporte
El segmento de servicios también muestra un desempeño magro en los últimos meses: las conocidas subas tarifarias, que en el último año acumularon un 55,1% para servicios del hogar y 69,5% para transporte, se vinculan directamente con la disminución del consumo.
Al analizar el índice de servicios públicos que reporta el Indec se tiene una baja del 0,8% para en el uso de transporte público, de 0,4% para el agua en red, del 1,6% para el gas natural y del 9,4% para la energía eléctrica.
4. ¿Medicamentos o comida?
Otro grupo de productos insustituibles que igualmente en los últimos años vio caer niveles de ventas son los medicamentos.
Rubro en el cual en 2018 cerró con una caída interanual del 1,86% en cuanto a las cantidades vendidas de diciembre y, en el corriente año, no muestra señales de recuperación. La venta de medicamentos disminuye 2,6% en el primer bimestre.
Todos estos se tratan de rubros típicamente “inelásticos” respecto al ingreso, debido a su carácter de insustituibles en la canasta de consumo de cualquier familia.
5. Caída del consumo
Para finalizar, el informe remarca que “El fenómeno de desplome en el consumo es dañino sobre la economía en más de un sentido”.
1. Por un lado afecta la recaudación, lo cual atenta contra la posibilidad de cumplimiento del programa de déficit cero.
2.Por otro lado, incide sobre la realidad microeconómica de los comerciantes, muchos de los cuales no pueden hacer frente a las nuevas condiciones y deciden reducir su estructura operativa o bajar las persianas