El seguimiento de la caída del cohete chino de 22 toneladas fuera de control, es llevado adelante por las agencias espaciales de Rusia y los Estados Unidos.
El cohete chino, Long March 5B, que funcionó como transportador de un módulo para una futura estación espacial del país asiático, cae a la tierra sin control.
La nave fue enviada desde el centro de lanzamiento espacial de Wenchang ubicada en la a provincia de Hainan, China a fines del mes de abril.
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Luego del lanzamiento el Long March 5B tuvo problemas técnicos que provocaron su desorbitación.
El Comando Espacial de Estados Unidos (USSPACECOM) informó, ayer martes, que “rastrea la ubicación del Long March 5B China en el espacio, pero su punto exacto de entrada a la atmósfera de la Tierra no se puede identificar hasta dentro de unas horas de su reentrada, que se espera alrededor del 8 de mayo”.
Por su parte la agencia espacial rusa Roscosmos informa que el cohete “no tiene medios de maniobra activa de desorbitación, su peso en seco es de unas 18 toneladas, su altura es de 33,2 metros y su diámetro es de 5 metros”.
También explican que partes del “vehículo de lanzamiento dejarán de existir en las densas capas de la atmósfera, sin embargo, los elementos estructurales individuales no combustibles pueden alcanzar la superficie de la tierra”.
Mientras que algunos medios informan que el cohete chino puede caer en Argentina, Chile u otro lugares como Nueva Zelanda o Madrid, desde Roscosmos explican que recién “los días 7 y 8 de mayo aparecerán las probabilidades reales del punto de caída”.
Por su parte el Comando Espacial norteamericano aclara que “los desechos de este tipo de naves pueden ser amenazas potenciales para la seguridad de los vuelos espaciales y el dominio espacial”.
Además el organismo estadounidense comunica que el seguimiento de “toda la información de divulgación pública sobre los desechos espaciales se puede encontrar en Space-track.org“.